La Importancia de la Toxicología Moderna: Hitos históricos
Creemos pertinente recalcar la importancia del Dia Internacional de la Toxicología y su reconocimiento más allá de una “ciencia de venenos”, tal como se categorizaba en tiempos pasados. Actualmente, se ha diversificado este conocimiento hacia la toxicología en dos principales categorías: en materia de salud como son diversos medicamentos y alimentos y, en materia ambiental, como son los pesticidas, diversos medicamentos, productos de limpieza y dentro del ambiente laboral.
La toxicología clínica se enfoca en el estudio de los cambios fisiopatológicos específicos causados por agentes tóxicos de cualquier origen, además de cómo se manifiestan estos elementos tóxicos y como estos aspectos interactúan y afectan a los seres vivos en general y a los seres humanos.
Actualmente, la toxicología se ha convertido en la ciencia que nos permite diferenciar entre otras áreas de especialidad como son la Ocupacional, Ambiental, Veterinaria, Forense y Clínica.
En el año de 1966 En México, se abre el primer Centro Toxicológico en la República Mexicana ubicado en Centro México Nacional. Este centro funcionó hasta que ocurrió el primer terremoto devastador en la Ciudad de México en 1985. Los precursores de este centro fueron el Dr. Gabriel López Martin y al Dr. Miguel Montoya Cabrera, los cuales fueron considerados los pioneros de la Toxicología Clínica en México. A partir del desastre sísmico de 1985, se trasladaron estas funciones en el Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social, el cual hasta el día de hoy sigue sirviendo a la población de este país.
Posteriormente en 1989, se organizó el Centro de Información Toxicológica (CIT) en el nuevo Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XII, donde tanto el Dr. Miguel Montoya, como la Dra. Patricia Escalente Galindo, estuvieron a cargo. En años futuros, nuevas unidades CIT se formaron por parte de la Secretaría de Salud.
La estructura y función de los centros toxicológicos difiere dependiendo de cada país del mundo; sin embargo, contar con un centro de intoxicación es de gran ayuda para cualquier población. Este tipo de centros toxicológicos, normalmente pueden contar con un laboratorio de toxicología o con unidades de tratamiento clínico.
Un día como hoy, pero de 1787, nació en Mahón (Menorca) el doctor Mateo Buenaventura Orfila, considerado como el padre de la toxicología moderna. Orfila opto por estudiar medicina con la guía del profesor de origen alemán Carl Ernst Cook, del cual recibió clases de matemáticas elementales, física experimental, lógica e historia natural. Aunque su padre hubiera deseado que se especializara en la Marina. Desgraciadamente, en Menorca no podía estudiar medicina, así que viajo a Valencia, España en 1804, donde comenzó a atender clases impartidas en la Facultad de Medicina.
En la Facultad había grandes limitaciones educativas, así que decidió aprender química de forma autodidacta. Asímismo, comenzó a enfocarse en autores relevantes de origen francés, además de intercambiar conocimientos en reuniones con aficionados en el ámbito científico como Juan Sánchez Cisneros, militar ilustrado, el cual realizo sus estudios en Paris y fue especialista en mineralogía, química y agronomía.
El Dr. Orfila se involucró con la Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia. Así fue como adquirió su formación en química y le permitió resaltar en un concurso publico en junio del 1805. Sin embargo, los niveles educativos en Valencia, España no eran los que el deseaba, así que lucho arduamente para irse a estudiar a Barcelona. En 1807, recibió el apoyo de Francisco Carbonell de la Real Junta de Comercio de Barcelona, quien le otorgo una beca (a la cual se le conocía como “pensión”) para que viajara a Madrid y, posteriormente a Paris, en donde continuo sus estudios en Química y mineralogía por cuatro años y, posteriormente retorno a Barcelona y obtuvo una segunda catedra de química.
Mateo Buenaventura Orfila fue parte de un grupo de científicos y pensionados españoles que viajaron a España para estudiar química entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Entre 1814 y 1817 escribió dos obras de gran relevancia: Traité des Poisons (“Tratado sobre los venenos”) y Eléments de chimie médicale (“Elementos de química médica”), los cuales lo posicionaron como uno de los científicos de mayor relevancia en Francia.
En 1819, el Dr. Orfila fue nombrado profesor de la Facultad de Medicina hasta llegar a ocupar cargos médicos en Francia durante los años de la Monarquía Orleanista (1830 a 1848). Orfilia se enfocó en realizar diversos cambios dentro de la Facultad, entre ellos la construcción de pabellones de disección en el año de 1832. En 1832, creó también el Museo Dupuytren (Museo de anatomía patológica) y fue nombrado miembro del Consejo General de los hospicios. En 1833, se convirtió en presidente de la Asociación de Prevención de Médicos, el cual el mismo fundó.
Orfila participo en la fundación y desarrollo de dos revistas científicas de su época, en donde publico gran número de trabajos relacionados con la toxicología. Estas revistas fueron el Journal de Chimie Médicale, de Pharmacie et de Toxicologie y los Annales d’Hygiène Publique et de Médecine Légale. Sus obras fueron reeditadas y publicadas en algunas ocasiones, además de traducidas en varios idiomas.
Mateo Buenaventura Orfila fue participante en numerosos casos judiciales de envenenamiento y esto lo hizo convertirse en uno de los médicos más relevantes de esta época. Otros de sus talentos más allá de la medicina y la química fueron la música y, como hobby cantaba en salones de París, donde adquirió gran fama y demanda, haciendo duetos con Gabrielle Lesueur, quien más adelante se convertiría en su esposa. También disfrutaba jugar dominó con otras personalidades en el Círculo de jugadores de dominó creado en 1838 por el escultor Jean-Pierre Dantan. Orfila falleció en París el día 12 de marzo de 1853.
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