Aldo Bartra: detrás del Robot de Platón

Durante los últimos años, las plataformas digitales como YouTube se han convertido en un espacio clave para divulgar ciencia a audiencias diversas. Aldo Bartra, creador del icónico canal El Robot de Platón, es un comunicador muy influyente en la comunidad hispanohablante. Gracias a su estilo y habilidad para desglosar conceptos complejos, ha capturado la atención de millones de interesados en la ciencia, la tecnología y la filosofía.

En este artículo hablaremos sobre una reciente entrevista que le realizamos, donde exploramos su recorrido personal y profesional, sus motivaciones y su visión sobre el futuro de la divulgación científica. Acompáñanos en esta conversación para descubrir más sobre el hombre detrás del Robot de Platón.

Recuerdos de un joven Da Vinci

Aldo Bartra nació en Trujillo, Perú, el 28 de enero de 1981. De pequeño, Aldo tenía algo con lo que todo apasionado de la ciencia sueña: un laboratorio. Aunque era de juguete y se lo habían regalado, no dejaba de ser asombroso para él. Tenía una habitación propia donde le gustaba estar solo, leyendo, investigando y aprendiendo de todo lo que podía. Como quizás ya lo podrán imaginar, el sueño del niño Aldo era ser científico. Lo tenía clarísimo a sus 8 años, cuando soñaba con ser un Leonardo Da Vinci: un hombre con vastos conocimientos en las ramas más diversas. Por eso, cualquier cosa de la que Aldo tenía duda, la investigaba.

Su vida universitaria la describió con una sola palabra: incertidumbre. Aldo nos cuenta que, en su tiempo de estudiante, la orientación vocacional no era muy buena. Salió del colegio sin saber qué quería ser, lo que lo llevó a una gran confusión. Así que exploró por sí mismo cuál camino le agradaba más: exploró su vena literaria, ganó un concurso de cuentos y formó parte de una revista literaria en su universidad. Sin embargo, las pruebas que hacía le decían que sería ingeniero químico.

Entonces, entró a la carrera de ingeniería, donde más tarde se dio cuenta de que no era lo suyo, pues a él le atraía más la investigación. Leía los periódicos y, según cuenta, en Perú solamente uno tenía un apartado dedicado de lleno a la ciencia (y donde, además, la desarrollaban bien). Fue así como se dio cuenta de que lo que quería hacer era algo similar al periodismo científico. Pero un paso más allá.

Nacimiento del Robot de Platón

Habiéndose mudado a Nueva Zelanda, Aldo Bartra trabajó un tiempo en un ambiente que no le permitía crecer ni académica ni profesionalmente; pero escapó mediante la ciencia, explorando revistas, documentales y plataformas como YouTube. Su principal influencia fue Michael Stevens (Vsauce), quien hablaba de temas científicos de una forma apasionante y cautivadora. Aunque otros divulgadores también inspiraron a Aldo, había un problema (o una oportunidad): todos eran de habla inglesa.

De este modo, se propuso llevar esos conocimientos al alcance de los hispanohablantes. Dedicaba sus fines de semana a este proyecto, sin dejar su trabajo principal. A los seis meses de haber comenzado, hizo su primer dólar. Lo que lo distinguía era que no buscaba retribución, pues hacía lo que realmente le apasionaba. Con el tiempo, su pasión contagiosa hizo que el canal explotara y, finalmente, renunció a su empleo para dedicarse completamente a la divulgación.

Sin embargo, las cosas no fueron tan fáciles como parecen. Uno de los mayores retos de la vida de Aldo fue, precisamente, la decisión de dedicarse a la divulgación científica. Cuando dejó su empleo, el canal generaba la mitad de lo que ganaba, por lo que, estando casado, estaba tomando un gran riesgo. Su esposa lo apoyó y vivieron ajustados durante un tiempo, pero él asegura que, al final, fue la mejor decisión que ha tomado en su vida.

Investiga como un niño

Una de las máximas de Aldo Bartra, que su padre le enseñó, es: “Nunca te quedes con la duda”. Por esta razón, nunca deja de aprender. Cada hueco que encuentra en sus conocimientos procura llenarlo con investigación. Cuando hace guiones para sus vídeos, no para de investigar, pero sigue un método característico.

Es importante que uno se ponga en los pies del que no sabe nada.

Este método consiste en “ponerse en los pies del ignorante”, lo que le permite explicar cosas que, en ocasiones, otros divulgadores toman por sentado que el público ya sabe. Así logra un contenido mucho más accesible para todas las personas (al estilo Popular Science).

Las áreas que más le gustan a Aldo Bartra son la astronomía y la biología. Nos dice que desde el colegio se le facilitaron, al tener una buena memoria y conexión con los números, nombres y fechas históricas. Por otro lado, los temas que más le ha fascinado hacer en vídeos son los objetos hipotéticos que podrían existir en el universo, ya que le parece abrumador todo lo que este nos oculta y lo que nos queda por descubrir. A Aldo le encantaría viajar a la Luna y bromea diciendo que “si algún suscriptor lo lee, puede llevarlo”.

Mensaje para futuros terrícolas

Al igual que lo hicimos en la entrevista con la Dra. Julieta Fierro, a Aldo Bartra le planteamos una pregunta basada en el libro “Lecciones de física de Feynman”:

Si la Tierra se fuera a acabar mañana, y tuviera que escribir un mensaje para la siguiente generación de seres inteligentes, ¿cuál sería ese mensaje?

No confíen en los políticos

Con esta respuesta, tan breve como contundente, cerramos nuestra conversación. Desde aquel pequeño niño que soñaba con ser Da Vinci en su laboratorio de juguete, hasta el comunicador que hoy inspira a millones, el viaje de Aldo ha estado marcado por una curiosidad insaciable. Su respuesta final es quizás el mejor resumen de su filosofía: una invitación a investigar por nuestra cuenta y a no aceptar verdades absolutas, ni en la ciencia, ni en la sociedad.