Cambio climático y su impacto en la inmunología humana
El cambio climático no es algo desconocido para el conocimiento del ser humano. De acuerdo con las Naciones Unidas, la definición del cambio climático se refiere: “a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos”. Estos grandes cambios a la biodiversidad, alterados por la actividad humana, tiene un gran efecto negativo sobre la salud e inmunidad del humano. Desde la quema de combustibles fósiles, hasta la contaminación y desequilibrio de la calidad del agua.
Al seguir aumentando las emisiones de gases invernadero, obtenemos como resultado que la temperatura de la tierra se eleve cada vez más, causando una exposición a efectos adversos sobre la salud y afectando de manera desproporcionada a las poblaciones desfavorecidas y vulnerables.
El tener contacto directo con nuestros alrededores, desde al aire que respiramos hasta el suelo que pisamos, hace que nos expongamos a una comunidad de microorganismos que se hallan en todas las superficies. Estos microorganismos, principalmente bacterias, viajan directamente a nuestro cuerpo, siendo inevitable el contacto con ellos. Al alterar nuestro entorno con el cambio climático, estamos alterando también el entorno en el que viven estos microorganismos. Por lo tanto, la evidencia reciente apunta a que el microbioma (compuesto por microorganismos y sus interacciones con el medio ambiente) y la disminución de la biodiversidad, son factores clave en la alteración del sistema inmunitario, conduciendo a diferentes tipos de alergias, enfermedades inflamatorias, autoinmunes y neurológicas.
El cambio climático también afecta la inseguridad alimentaria de muchas maneras, incluida la pérdida de cultivos por la sequía y las inundaciones por el aumento del nivel del mar. Además de que el cambio climático también puede alterar el contenido de nutrientes en los alimentos, impactando sobre la calidad y seguridad de los mismos. Esto, sin mencionar los desbalances económicos y sociales resultantes, tales como la pobreza y el desempleo.
El sistema inmune comprende un conjunto de mecanismos complejos a través de los cuales el cuerpo humano se protege contra el ataque microbiano, el cáncer y las enfermedades. Aunque la magnitud del deterioro de la función inmune para cualquier variable sensible al cambio climático puede ser pequeña, sus efectos combinados en poblaciones enteras pueden llevar a que se superen umbrales clínicos de protección significativos.
Todavía queda un gran paso al respecto. Primero, se debe establecer un puente entre el sector ambiental y el sector salud para el desarrollo de nuevas investigaciones. Además, se debe establecer un diálogo en donde ambos sectores tomen en cuenta que, en la actualidad, juntos tienen un vínculo muy fuerte con respecto en la preocupación de la alteración en la salud en general de la población causada por los cambios en el ambiente.
En el sector salud (encargado del esfuerzo por controlar y prevenir enfermedades infecciosas) el término “medio ambiente” es omitido dentro de las posibles causas de una nueva enfermedad o un tipo de virus. Tomando en cuenta el medio ambiente como un factor, cambiaría la perspectiva de cómo se deberían de tratar ahora nuestro alrededor, entendiendolo mejor para ser más acertados en nuestros diagnósticos e investigaciones..
Los jóvenes, quienes formarán la próxima generación de profesionales en la salud, deben tener en cuenta los vínculos entre el cambio climático y su influencia en la salud. La mayoría de los jóvenes están conscientes del cambio climático, pero no lo suficiente en cómo estos factores directamente afectan al sistema inmunitario, como estrés por calor, incendios forestales, radiación ultravioleta, por mencionar algunos de ellos. Hay mucha literatura sobre cómo la contaminación del aire mitiga las respuestas inmunitarias, y hay que insistir en este tipo de enseñanzas sean bases educativas.
Finalmente, simplemente se puede empezar desde nuestra propia casa. Es importante sumergirnos regularmente en la naturaleza y familiarizarnos con el entorno biodiverso, pues el microbioma se ve directamente afectado por nuestro entorno diario. Y a partir de ahí, podemos tener un buen entendimiento para avanzar y trabajar en conjunto con el sector salud y ambiental.
Fotografía: Marco Verch via Flickr.
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