La puerta que abre al conocimiento: La divulgación científica

Divulgación científica.

La divulgación científica nos muestra la razón por la que hacer ciencia vale la pena. Hace el conocimiento científico más accesible mediante una adecuación semántica dependiendo del público y proporciona las herramientas y habilidades para la “Alfabetización científica”. Pareciera un trabajo sencillo pero la realidad es que es más complejo de lo que parece, pues los divulgadores de ciencia nos enfrentamos a grandes retos con las generaciones actuales. Empezando con que la forma de consumir la información no es la misma que hace 30 años, pues en este momento las redes sociales juegan un papel muy importante y se debe saber empatizar con el público.

Empezaré comentando las diferencias entre divulgación científica y difusión científica, ambas son muy importantes, pero si no conocemos la diferencia, tendrá repercusiones en los resultados esperados. La difusión de la ciencia suele darse “entre pares”, es decir, entre personas que entienden los conceptos y tecnicismos de tus discursos, pues pueden ser especialistas y colegas que buscan encuentros sobre ciertos temas de múltiples diciplinas dentro de su área. Por lo que en la difusión de la ciencia, el receptor debe contar con cierta preparación previa para entender el tema. Mientras que la divulgación científica es una labor multidisciplinaria, que utilizando diferentes medios se puede llegar a distintos públicos dependiendo del objetivo a lograr, fidelizando el concepto y el contexto para hacer el conocimiento más accesible pues no debemos asumir que nuestro receptor no implica que tenga la misma preparación previa como es en el caso de la difusión de la ciencia. Es más, no se debe asumir siquiera un interés previo sino que es algo que el divulgador de la ciencia debe crear en el espectador.

Bajo estas definiciones, podemos decir que la divulgación de la ciencia busca romper aquellas barreras entre ciencia y sociedad. Es decir, que cuando una persona escuche la palabra ciencia no tenga repudio o indiferencia hacia ello. La divulgación dista de lo que comúnmente se considera “educación formal” pues a pesar de que uno de los objetivos es el aprendizaje, otro también es el entretenimiento. Como entretenimiento se pueden considerar diversos formatos como el teatro, la música, los memes, relatos, cuentos, cómics, monólogos, podcast, fotografías, entre otros. Debido a esto es que no existe una “prohibición” de formatos para la divulgación científica, pues mientras no se confunda con la difusión de la ciencia, hay infinidad de formatos con los cuales experimentar.

¿Quién puede hacer divulgación científica?

Si bien, no se necesita ser científico para hacer divulgación científica, sí se necesita estar preparado con la formación que conlleva la ciencia y la comunicación de la misma. Es decir, se necesita tener bases sólidas sobre los conceptos fundamentales de la ciencia para evitar caer en fake news, pseudociencia o confiar en fuentes de información nada confiables. Por otra parte se necesita saber comunicar un mensaje y una idea claramente para lograr cumplir con el objetivo.

Debido al anterior, sí, un divulgador científico puede ser cualquier persona que venga de cualquier parte siempre y cuando cuente con las bases científicas y habilidades y definiciones que sostienen la comunicación de la ciencia. La decisión de cada divulgador para aprender estos conceptos y habilidades, puede ser formal e informal pero debe hacerse para no cometer errores graves, como promover un producto tóxico porque se los vendieron con el mejor copywriting del mundo pero sin nada de evidencia científica, por ejemplo.

Bajo estos preceptos, existen universidades que ofrecen especialidades en comunicación de la ciencia como el Diplomado en comunicación pública de la ciencia por parte de la UNAM, la Maestría en comunicación de la ciencia y la cultura por parte del ITESO o el Diplomado en comunicación de la ciencia por parte de la UV. También existen talleres y cursos de forma gratuita y de paga con diversos instructores con experiencia y preparación en esta área. Habiendo además tantos libros, artículos y opciones, yo no considero que la divulgación de la ciencia se deba quedar en un aprendizaje meramente empírico, pues se podrían cometer errores graves, con grandes consecuencias.

La importancia de profesionalizar la divulgación científica

Una vez un profesor en un taller me dijo “Imagina que un divulgador tiene la misma responsabilidad que un médico cirujano haciendo una operación del corazón, si comete un error, podría matar a esa persona. Pues un divulgador es algo parecido, pero podría repercutir en mucha más gente (…)”. Lo estuve reflexionando por mucho tiempo y es que tiene razón, pues al ser bióloga, imaginemos que les dijera que “una serpiente de importancia médica se puede agarrar, solo si le demuestras cariño ya será mansita” claramente eso podría terminar en un accidente, pues un divulgador es un contenedor de confianza y se debe siempre tener esa responsabilidad consciente al momento de crear contenido, en todo momento se debe verificar la información.

Otra cuestión es que sí, muchos divulgadores hacemos esto con todo el amor del mundo, nos encanta el trabajo, pero no vivimos de amor y likes. Me he dado cuenta que a muchos divulgadores les da pena cobrar sus servicios a las empresas o instituciones y es algo lamentable, pues como cualquier otro trabajo, nuestra profesión se debe valorar. Siempre debería haber un intercambio, aunque no sea monetario únicamente por falta de recursos, siempre puede haber una opción, por lo menos una constancia con valor curricular por una charla. Digo, ya si te quieren contratar de guionista para una serie de televisión… Sí, la experiencia seguro que será genial pero se debe cobrar por ello. Piensa en todo el tiempo y dedicación que has invertido para lograrlo.

La incertidumbre que tenemos como divulgadores a veces es ¿cuánto debería cobrar? Bueno, no soy contadora pero te puedo dar el tip de que cheques cuánto es el tiempo, renta de material y recursos que inviertes en cada trabajo y cuánto dinero necesitarías para vivir, puedes dividirlo por día o por hora y ¡listo! Lo importante es que valores tu trabajo, tu tiempo, dedicación, recursos, inversiones, pues solo así, podremos hacer un cambio colectivo entre nosotros como divulgadores de ciencia.

La divulgación científica en la actualidad

De acuerdo con Fernandez et al, 2019, las redes sociales consideradas como el canal de difusión de información más inmediato e interactivo actualmente. Las generaciones actuales tienen formas muy diferentes de consumir información si las comparamos con las generaciones anteriores, pues las redes sociales juegan un papel muy importante. De acuerdo con Sánchez, 2019, para que el divulgador pueda acercarse a estas personas, debe exponer una parte de su identidad al público y construir una personalidad pública para empatizar con las personas y convertirse en alguien “familiar”.

Algunos retos a los que nos enfrentamos contantemente en las redes sociales es el romper con los estereotipos de que un científico está chiflado o de persona seria y prepotente, pues en la actualidad, eso impone una barrera de comunicación entre el emisor y el receptor. Se debe crear contenido de forma constante y consciente, para mantener al público enganchado con ganas de querer saber más al respecto, es decir, “Quererlos hacer consumir tu contenido”. Construir un proyecto y una marca personal es importante para hacer clic con las personas. Debemos tener en cuenta que si bien hay actualizarse en la ciencia, también hay que explorar las nuevas funciones y cambios en las plataformas digitales en la actualidad.

Las redes sociales en la actualidad tienen grandes ventajas y desventajas para la divulgación de la ciencia y el algoritmo de cada una funciona deforma diferente pero a su vez, estas redes tienen algunas similitudes. Cada una valora mucho algo el engagement del contenido que se genera, que es prácticamente la retención e interacción del público en el contenido en redes. Hay que recordar que estas redes sociales son un negocio que se mantiene muchas veces de mostrar anuncios pagados a los usuarios, por lo que mientras más tiempo mantengas al espectador dentro de la aplicación, tendrás más posibilidades de que tu contenido se viralice.

Dentro de las ventajas podemos encontrar que el contenido puede llegar a muchísimas más personas, de forma casi inmediata y de diversos lugares que generalmente no se llegarían en un evento presencial. Algunas redes te pueden indicar las emociones del espectador respecto a tu contenido. En otras, se puede crear contenido exprés, conciso y entretenido si cuentas con la creatividad para hacerlo. Por otro lado, tenemos aquellas que funcionan como buscadores de videos que igual te proporcionan diferentes herramientas para lograr visualizar esos videos.

Dentro de las desventajas de las redes sociales encontramos la falsificación de información o de dudosa procedencia, la constante dependencia del engagement en tu contenido (lo cual puede funcionarte como indicativo para replantear tus técnicas), censura injusta en muchos casos con contenido educativo. Además de que toma tiempo entender que tipo de contenido y redes sociales prefiere tu público meta.

Hay que recordar que no únicamente se puede hacer divulgación en redes sociales en la actualidad, pues tampoco se debe dejar de lado la divulgación como discusión argumentada y la investigación, de acuerdo con López y Santillan, 2020.

En conclusión

La divulgación científica rompe esas barreras entre ciencia y sociedad mediante la adecuación semántica y diversos formatos para lograr una alfabetización científica. Es necesario actualizarse constantemente sobre las nuevas plataformas digitales y tomar en serio la responsabilidad que implica ser un divulgador científico.

Sigue el trabajo de Dulce en Pregúntale al Biólogo.