Enfermedad de Chagas: enemigo oculto.

La enfermedad de Chagas, también conocida como mal de Chagas o tripanosomiasis américana, es una afección causada por el parásito Trypanosoma Cruzi, el cual ingresa al torrente sanguíneo e invade las células del organismo, ocasionando diversas complicaciones. Este parásito se encuentra en las heces y orina de insectos triatominos[1], comúnmente conocidos como chinches, vinchucas, chipos, chinchachas, chirimachas y barbeiros, entre otros.[2]

Transmisión.

La tripanosomiasis américana puede transmitirse de varias formas, incluyendo la transmisión vectorial, la transfusión de sangre, el trasplante de órganos y la transmisión congénita de una madre infectada al feto[1]. La forma más común es a través de la transmisión vectorial, mediante las heces infectadas de los insectos triatominos. Estos organismos, comúnmente conocidos en México como chinches, se alimentan de la sangre de mamíferos, incluyendo a los seres humanos. Estos insectos defecan cerca de la picadura, y cuando la persona se rasca, las heces u orina contaminadas pueden ingresar al organismo a través de la herida[3].

Figura 1. Ciclo de Trypanosoma cruzi. Pereira Á, Pérez M. (2003) Tripanosomosis. Enfermedad de Chagas y enfermedad del sueño[Revista] Obtenido de: https://www.masscience.com/revision-bibliografica-del-trypanosoma-cruzi-en-la-enfermedad-de-chagas/[4]

Síntomas.

La tripanosomiasis américana presenta dos fases. En la fase aguda, que dura aproximadamente 2 meses después de la infección. En esta fase, los síntomas suelen ser leves, inespecíficos o incluso pueden no presentarse, lo que dificulta su diagnóstico temprano. Algunos de los síntomas pueden ser[1]:

  • fiebre
  • dolor de cabeza
  • aumento del tamaño de los ganglios linfáticos
  • palidez, dolores musculares
  • dificultades para respirar
  • hinchazón y dolor abdominal o torácico”

En la fase crónica, los parásitos invaden los tejidos del cuerpo, principalmente el corazón y el sistema digestivo, causando trastornos cardíacos, digestivos, neurológicos y mixtos. Las arritmias y la insuficiencia cardíaca son las principales causas de muerte en el mal de Chagas.[1]

Tratamiento.

Actualmente no existe una vacuna contra el mal de Chagas, pero se puede tratar con medicamentos como el benznidazol o el nifurtimox en las etapas iniciales de la infección. Estos medicamentos son eficaces para eliminar el parásito, aunque su eficacia disminuye a medida que avanza la enfermedad. Es importante señalar que el tratamiento puede presentar efectos adversos, especialmente en personas de edad avanzada[1]. Se recomienda indicar el tratamiento en casos de reactivación de la infección y en pacientes en la fase crónica, incluyendo a mujeres en edad fértil antes y después del embarazo.[1]

Importancia.

La enfermedad de Chagas está catalogada como una enfermedad tropical desatendida, que afecta a poblaciones vulnerables en África, Asia y América Latina.[1] Según la OMS, se estima que entre seis y siete millones de personas están infectadas por el parásito Trypanosoma cruzi en el mundo, la mayoría de ellas en América Latina. Por lo tanto, es de suma importancia implementar medidas preventivas como el control de los vectores, el cribado de sangre para prevenir la infección en transfusiones y trasplantes de órganos[1].

En 2005, la OMS reconoció al mal de Chagas como una enfermedad desatendida, lo que promovió la lucha contra la desinformación y el fomento de actividades de investigación y desarrollo tecnológico. Sin embargo, la lucha contra esta enfermedad continúa en la actualidad.[1]

Referencias:

[1].  World Health Organization: WHO. (2023). La enfermedad de Chagas (tripanosomiasis americana). www.who.int. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/chagas-disease-(american-trypanosomiasis)

[2]. Alberto Antonio Campos, Margarita Rubio Ortiz, Teresa Itandehui Martínez Cuevas, Luis Alberto Hernández Osorio, Santiago Martínez Calvillo y Rebeca Georgina Manning Cela. (2017). Enfermedad de Chagas: Vectores. Revista Ciencia, 68(1), https://www.revistaciencia.amc.edu.mx. https://www.revistaciencia.amc.edu.mx/images/revista/68_1/PDF/Enfermedad_de_Chagas_vectores.pdf

[3].  Laura Murciaa, Bartolomé Carrilero , Daniel Saurac , M. Asunción Iborraa, y Manuel Segovia.(2013.).  Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Chagas. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2013;31(Supl1):26-34 https://www.sciencedirect.com/journal/enfermedades-infecciosas-y-microbiologia-clinica?_gl=1*yv8h1u*_ga*MTg4NzU5ODQzLjE2ODY1MTQzNTc.*_ga_4R527DM8F7*MTY4NjUxNDM1Ni4xLjEuMTY4NjUxNDM1OS4wLjAuMA..

[4] Ortiz, K. L. Q. (2021). Revisión bibliográfica del Trypanosoma cruzi en la enfermedad de Chagas. MasScience. https://www.masscience.com/revision-bibliografica-del-trypanosoma-cruzi-en-la-enfermedad-de-chagas/

[5] Pérez Yanez, Lázara Mirta, Gutiérrez López, Alain, Rodríguez Blanco, Suilbert, & Gil Sarduy, Aslán. (2017). Enfermedad de Chagas. Amenaza en sombras para los corazones de la América Latina. Revista Cubana de Medicina, 56(1), 50-68. Recuperado en 11 de junio de 2023, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75232017000100006&lng=es&tlng=es.

[6] Biodal. El Chagas en España: una enfermedad tropical transmitida por insectos. Biodal Control Ambiental. https://www.biodal.es/noticias.php?id=231