Una retrospectiva a la micología en México

champiñón

Desde los comienzos de la humanidad, el hombre y los hongos han establecido una estrecha relación, pasando desde la ficción de la cultura popular hasta los usos que les damos hoy en día. El hombre obtuvo conocimiento de los hongos al observar sus esporomas (cuerpo de esporas). Esas típicas setas que vemos cuando salimos a caminar al bosque, enfocándose en su consumo y uso en ceremonias espirituales.

A pesar de esto, la micología sigue siendo una rama poco estudiada, pues los hongos son organismos mucho más complejos de lo que creemos. Día a día y con la ayuda de las nuevas tecnologías, descubrimos aspectos maravillosos de ellos; incluyendo especies nuevas. México es un país mico cultural por excelencia. Después de China, somos los mayores consumidores de hongos comestibles; pero ¿Qué pasa con el conocimiento que tenemos de los hongos? Los estudios de micología en México se remontan a la época de los años 50, en donde surge el primer trabajo dedicado a un hongo macroscópico descubierto e identificado por el Dr. Teófilo Herrera Suárez. El Dr. Herrera, junto al eminente Dr. Gastón Guzmán, dieron inicio a la micología formal en el país, ya que sus grandes aportes siguen siendo base para los jóvenes que deciden adentrarse a este reino.

La actualidad de la micología en México

En la actualidad, las investigaciones de hongos han demostrado el poco conocimiento que tenemos de estos organismos y las nuevas tecnologías nos permiten entender procesos complejos que desconocíamos. El caso de México no es la excepción, sin embargo, a comparación de otros países seguimos atrasados. Principalmente los estudios en México se centran en la parte taxonómica, pero esto no nos alcanza para comprender más allá del conocimiento de las especies. Necesitamos voltear a ver el potencial de los organismos para su utilización. Aunque en algunos sitios y comunidades existe una estrecha relación del conocimiento tradicional y la utilización de algunos hongos, ¿Qué tanto habrá por descubrir detrás de cada una de esas especies nuevas?

Actualmente se ha trabajado con la divulgación y conocimiento de hongos en varias partes del país. Esto último mediante ferias micológicas, mico senderismo, charlas, talleres y cursos; los cuales han permitido el acercamiento tanto a estudiantes como público en general al entendimiento de estos organismos. Todas estas actividades ayudan a promover la conservación de los bosques, lo cual es un factor muy importante a la hora de profundizar en la micología.

¿Qué retos presenta el estudio de los hongos en México?

Los jóvenes se adentran en la micología por curiosidad. Sin embargo llegan a desanimarse en continuar dentro de este mundo, debido a la falta de apoyo económico en universidades y centros de investigación. Además, el poco interés, los investigadores relativamente limitados, y la falta de espacios para el desarrollo de trabajos relacionados a hongos, limitan la constante de estudiar especies fúngicas. Además, existen pocas universidades que proveen los materiales necesarios a la hora de estudiar las aplicaciones de hongos mucho mas allá de la taxonomía. 

La micología no debería estancarse en un país con una cantidad impresionante de recursos naturales. Por ello, necesitamos centrar el potencial de utilizar nuestras especies sin caer en la depredación y disminución de poblaciones, motivar a realizar investigaciones aplicables de estos organismos, cultivo de hongos, mico-materiales, biorremediación de suelos, procedimientos y relaciones ecológicas con otros organismos, son algunos de los estudios que aún no se han desarrollado en el país.

Los hongos son mucho mas que lo que vemos allá fuera, el entendimiento que tenemos de ellos no alcanza ni el 1%. Por lo cual necesitamos volver a re plantear la manera en la que hacemos ciencia para desarrollar un entendimiento al publico y no centrarnos solamente en lo académico, divulgar el trabajo micológico es necesario para desarrollar nuevas investigaciones y dejemos el estancamiento que hemos tenido en los últimos años, así mismo como todos los tabús que envuelven a las especies fúngicas.