Combatiendo la Sequía y Desertificación y su rol en la Temperatura Global

Esta nota informativa se realizó con motivo del Día Internacional para Combatir sequía y desertificación, que se celebra cada día 17 de junio.

Cada año, el 17 de junio, se celebra el Día de la Desertificación y la Sequía o DDS (en sus siglas en ingles DDD o Desertification and Drought Day) en el marco de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación o CNULD (en sus siglas en ingles UNCCD, United Nations Convention to Combat Desertification). El lema del 2022 para el DDS es “levantarse juntos de la sequía” (rising up from drought together).

Este año, la Convención de las Naciones Unidad de Lucha Contra la Desertificación se enfocó en la reducción de los impactos económicos, sociales y medioambientales de la sequía, y en la construcción de sociedades resilientes y más verdes.

El papel que desempeñan los bosques tropicales en el planeta.

Un nuevo estudio resalta la evidencia del papel que desempeñan los bosques tropicales en el planeta; especialmente en cuanto a la conservación de la temperatura global dentro del rango deseado. Además de enfriar e incrementan las precipitaciones, ofrecen protección, alimentos, medios de subsistencia y al mismo tiempo limpian el aire.

Según algunos investigadores, los bosques tropicales refrescan al planeta a más de un grado centígrado, aumentando las precipitaciones y resguardando a las personas y a los cultivos del calor excesivo. Esto demuestra que los efectos positivos de los árboles sobre el clima van más allá de la absorción del dióxido de carbono que calienta nuestro planeta.

La tala de bosques y el control de la temperatura global.

La poda de los bosques compromete el objetivo del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Este consiste en contener el incremento de la temperatura global en un nivel “muy inferior” a los 2 grados centígrados, idealmente 1.5 grados centígrados en comparación con la época preindustrial.

Los árboles retienen aproximadamente una tercera parte de las emisiones de carbono producidas en el mundo. La temperatura del planeta ya se ha elevado en 1.1 °C, provocando un clima más extremo y un aumento en el nivel del mar.

Pero además de enfriar, los bosque -incluidos los ubicados en países tropicales como Indonesia, Malasia, Brasil y la República Democrática del Congo- también proporcionan alimentos y medios para subsistir. Los bosques tropicales limpian el aire, favorecen el bienestar de los seres humanos y constituyen un hábitat esencial para la vida silvestre.

Los beneficios del clima caluroso, la humedad, los pastizales y las praderas

Durante las temporadas más calurosas, los árboles reflejan los rayos solares hacia el espacio, absorben el calor y liberan humedad, lo cual enfría el aire y ayuda a la formación de nubes. Este proceso crea precipitaciones y condiciones ecológicamente favorables.

Los pastizales, las praderas y las tierras secas también son valiosos para el desarrollo social y económico. Estos ofrecen beneficios para la biodiversidad y contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los pastizales sanos contribuyen enormemente a reducir la desertificación. Por otra parte, las tierras de pastoreo son especialmente susceptibles a la sequía.

Estas tierras se enfrentan a una mayor escasez de agua que la mayoría de los otros biomas y son más vulnerables a las actividades humanas. La deforestación, la agricultura insostenible y el pastoreo excesivo provocan la degradación de la tierra.

Los objetivos de la Neutralidad de la degradación de la tierra (NDT) y las metas sobre el cambio climático.

Los elementos fundamentales del marco conceptual científico sobre la NDT son los siguientes:

  • Su visión, que es el preservar la tierra como una forma de capital natural y los servicios ambientales derivados de ella.
  • Su marco de referencia, que es el establecer una base de referencia fundamentada en los indicadores acordados que se convierta en la meta (mínima) a fin de mantener (o mejorar) la situación.
  • Categorizar y tener en cuenta las decisiones relativas a los usos de la tierra en lo que respecta a la neutralidad y establecer principios para limitar resultados imprevistos.
  • La implementación que ofrece orientación sobre las posibles vías para alcanzar la neutralidad.
  • El seguimiento y evaluación sobre su progreso hacia la neutralidad.

Soluciones basadas en la naturaleza o Nature-based solutions (NbS).

Abordar la degradación y desertificación de la tierra en estos biomas ayuda a encontrar soluciones basadas en la misma naturaleza con un enorme potencial. Por ejemplo, este tipo de degradación de la tierra reduce la sequía y aumenta la resiliencia del sistema socio ecológico. Entre estas soluciones, se incluye la restauración de pastizales y praderas.

Las NbS protegen las culturas, potencian económicamente a las comunidades, conducen a ganancias netas de biodiversidad y se centran en la sostenibilidad de estas acciones.

Los conocimientos y las instituciones tradicionales son tan importantes como la ciencia y la política.

Las decisiones de gestión de la tierra pueden contribuir a la degradación y la restauración de la misma. Sus resultados se vinculan a la sequía a consecuencia de los cambios en las propiedades del suelo, los procesos hidrológicos, atmosféricos y climáticos.

Para lograr la resistencia a la sequía en las entidades, las comunidades tienen las habilidades y los conocimientos necesarios para gestionar y utilizar tanto el agua como los pastizales de forma que satisfagan sus necesidades actuales y futuras.

Por otra parte, el Global Land Outlook 2 informó recientemente de que más del 18% de los pastizales del mundo ya están degradados. Por ello, La Década de las Naciones Unidas para el 2030 abarcará la restauración de los ecosistemas, para así contribuir con los objetivos globales de Neutralidad de la Degradación de la Tierra, de la Biodiversidad y para el Desarrollo Sostenible, entre otros.

Kenya, una de las sequías más impactantes del año 2022.

En este 2022, Kenya se enfrenta a una de las sequías más graves en mucho tiempo. El Condado del Río Tana no es una excepción al actual fenómeno. Fatuma, una pastora y jefa de esta comunidad, afirma

“Hemos tenido sequías antes, pero nunca había presenciado que fueran de mal en peor como ahora”.

Fatuma cree que es su deber y responsabilidad restaurar los pastizales en su condado, junto con su comunidad.  Sin embargo, señala que es necesario diversificar los ingresos de las familias y prestar más atención al desarrollo de infraestructuras para el ganado y sus productos.

Gracias a la restauración y protección de los ecosistemas críticos de los manantiales, la comunidad del Río Tana ha podido lidiar con los peores momentos de la actual desertificación y disponer de pastizales y recursos hídricos de sobra para compartir con las comunidades vecinas. Las comunidades se han visto obligadas a lidiar con la afluencia de pastores procedentes de los condados vecinos de Garissa e Isiolo. Estos pastores luchan por compartir los pocos pastizales y el agua que les queda.

Con el apoyo de la Agencia Australiana de Desarrollo y el Fondo Mundial para el Clima, la UICN está ejecutando proyectos en 11 condados, los cuales son propensos a la sequía y desertificación. Su objetivo es recuperar las más de 500.000 hectáreas de pastizales.

El Global Forest Watch expresa en sus datos estadísticos su preocupación en la perdida de zonas boscosa tropicales.

En el 2020 se perdió una zona de bosques tropicales equivalente a la de los Países Bajos, de acuerdo con los datos de Global Forest Watch. Este último ofrece los datos, la tecnología y las herramientas más recientes que permiten a las personas de todo el mundo proteger mejor los bosques.

Profesores e investigadores realizaron estudios sobre la importancia de la reforestación.

Palabras de la Investigadora y profesora de la Universidad de Virginia, Deborah Lawrence.

Lawrence ha enfocado sus estudios en las ciencias ambientales y ha resaltado la importancia y el valor de los árboles. Un punto de gran relevancia es el control de las emisiones de carbono y sus beneficios directos en las comunidades locales.

Una de sus investigaciones más detallas las realizo en los bosques en la isla de Borneo y solicitó más iniciativas para la plantación de árboles tanto en zonas urbanas como rurales.

“Los bosques tropicales son como una gran póliza de seguro para el planeta. Renunciamos a ellos por nuestra cuenta y riesgo. Tenemos que mantener estos bosques”.

“Cada décima de grado de calentamiento acentúa los riesgos de las condiciones meteorológicas extremas y la elevación de los mares”, afirmó Lawrence.

Lawrence también ha enfatizado el papel fundamental que desempeñan los bosques tropicales en el equilibrio de la temperatura.

Plabaras de Danny Marks, Profesor adjunto de Política Medioambiental de la Universidad de Dublín (Irlanda).

Marks, quien no participó en el estudio, afirmó que la existencia de bosques sanos es fundamental para luchar contra el cambio climático, tanto para limitar sus emisiones como para su adaptación al calentamiento del planeta.

Se debe de trabajar con esmero para frenar el aumento progresivo de la deforestación. Un ejemplo es el proporcinar nueva financiación e incrementando el nivel de servicio suministrado por los bosques.

El profesor Marks citó a Costa Rica como un claro ejemplo, donde un impuesto sobre los combustibles fósiles ha permitido realizar pagos para proteger la naturaleza al igual a los bosques.

Palabras del Director adjunto del Departamento Forestal del World Wide Fund (WWF), Damian Fleming.

Más allá de la captación de carbono, la lista de beneficios ofrecidos por los bosques tropicales es innumerable”

Algunas de sus investigaciones demuestran que los bosques también pueden reducir la presión sanguínea, el riesgo de padecer enfermedades pulmonares y mejorar el bienestar mental. Según Fleming, el hallazgo de un reciente estudio según el cual los bosques tropicales mantienen el planeta 1°C más frío resulta “asombroso”.

“Se trata de una hazaña importante y demuestra lo ilógico que resulta el hecho de que los bosques tropicales sean de los hábitats más amenazados de la Tierra y los más vulnerables a la deforestación”

La temperatura del planeta ya se ha incrementado en 1.1 °C, lo cual ha provocado un aumento de las condiciones meteorológicas extremas y de los niveles del mar. Por ello, el combate contra la sequía y desertificación, así como la reducción de los niveles de carbono atmosféricos, resultan una prioridad ecológica para controlar la temperatura global y mantener una mejor relación con la naturaleza.

Referencias: