Los bosques tropicales albergan una extraordinaria diversidad biológica y gran cantidad de recursos naturales. Proporcionan una amplia serie de servicios ambientales que son sumamente importantes a nivel mundial por los bienes y servicios ecosistémicos que producen para la sociedad.

Se encuentran ubicados en países de Centroamérica, Sudamérica, África y el sudeste asiático, cerca de la línea ecuatorial, en el trópico de Cáncer y Capricornio. Son sumamente afectados por la globalización, siendo por excelencia los proveedores de materia prima, pues son ricos en petróleo, oro, plata, níquel, cobre, agua, tierras fértiles, biodiversidad y, lastimosamente, mano de obra barata.

La explotación ha sido la causa principal de la perdida de recursos en las últimas décadas, el saqueo de recursos naturales en los bosques tropicales se ha acelerado de manera alarmante, siendo así una nueva manera de ataque a los derechos de los más pobres, arrancando las oportunidades de desarrollo sostenible de las poblaciones de región.

Los biólogos y otros científicos afines desempeñan un papel fundamental en el conocimiento y la conservación de los bosques tropicales. Éstos generan investigación, la cual contribuye a la creación de métodos y estrategias de mitigación de problemas ambientales, tales como la contaminación, el cambio climático, la deforestación, la perdida de especies nativas, la protección del entorno, la gestión de áreas naturales, entre muchos otros aportes. Dichos aportes serían más eficientes y tendrían más impacto si existiera mejor acceso a la educación en países tropicales, la cual es un gran privilegio en dichos países, principalmente para los pueblos indígenas que han sido con frecuencia marginados y discriminados políticamente. Esto no solamente es un problema social, sino también ambiental, dado que, con escaso acceso a educación, es muy complicado generar suficiente investigación científica y social para compreder y buscar solución a estos problemas . En la conservación es importante que se tome en cuenta el conocimiento tradicional de la naturaleza que poseen las comunidades indígenas locales. No se puede realizar si no se les toma en cuenta, ya que estos viven en muchas de las áreas importantes con alto valor natural que aún subsisten, utilizando estos conocimientos para manejar los recursos de manera sostenible. En mi experiencia, en trabajo de campo he necesitado la ayuda de las personas locales. Aunque yo tenga los datos teóricos y haya estudiado sobre algún tema relacionado a naturaleza, el conocimiento en práctica se encuentra resguardado en estas comunidades. Los científicos tenemos mucho que aprender acerca de los conocimientos ecológicos tradicionales que involucran uso de plantas para construcción, medicina, alimentación, apicultura en conservación de abejas, gestión de los recursos, entre otros.

En la mayoría de los países ubicados en la zona de la línea ecuatorial, se modifican las legislaciones a para favorecer la explotación de los recursos naturales. En estos países, que tampoco cuentan con una arquitectura institucional que favorezca la transparencia, el gasto público eficiente, ni la evaluación e investigación científica, el diseño de un marco legislativo que estimula la explotación de los recursos naturales trae aparejado el potencial de estimular corrupción con relación a las concesiones de recursos naturales a empresas transnacionales. La rentabilidad a corto plazo para los gobiernos de estos países, a corto plazo, es alta, existiendo un incentivo para dar estas concesiones a fin de buscar desarrollo. Los gobiernos de los países de la localidad consiguen inversionistas internacionales sin tomar en cuenta las consecuencias, daño ecológico y repercusiones sociales de la explotación desmesurada de los recursos naturales. El daño y el impacto de esta explotación es cada vez mayor, por lo que incrementa la importancia del trabajo de los biólogos y otros científicos ambientales. Incluso considerando lo anterior, la poca valoración hacia los biólogos y profesionales afines dificultan las labores investigativas y de conservación de estos profesionales, pudiendo llegar a arriesgar la vida al hacerlo. En estos países, sobre todo los tropicales, los ambientalistas corren un gran peligro de ser asesinados por cumplir con sus labores de forma honesta. Según el informe anual del Global Witness, en el año 2020 se registraron 227 casos de asesinato, siendo uno de los años más violentos para activistas y líderes ambientales. La amenaza no solamente conlleva a asesinatos, sino también a arrestos, campañas de desprestigio y criminalización hacia ambientalistas e indígenas que luchan por la conservación de los bosques tropicales.

Ser biólogo en Latinoamérica es algo muy complicado, es una carrera apasionante, con un fuerte componente vocacional; una profesión infravalorada, que puede incluso llegar a costar la vida.

El bajo porcentaje de personas que logran tener acceso y terminar una carrera universitaria se topan con dificultades como la falta de empleo y oportunidades. En el caso de carreras ambientales las oportunidades se reducen más, ya que la mayoría de las entidades privadas y públicas no están tan interesadas del todo en la sostenibilidad. Junto con mis colegas biólogos, hemos tenido que padecer esta situación en Guatemala, recibiendo pagos mínimos y esporádicos de empresas privadas que necesitan realizar estudios poco frecuentes, siendo muy pocos quienes logran encontrar estabilidad laboral remunerada de manera decente y acorde a la experiencia en el campo. Desafortunadamente, es muy frecuente que se dé la circunstancia en que, para poder optar a un empleo relacionado a la biología, al medio ambiente y a la conservación en el sector público. Lo anterior supone que el criterio de mérito y experiencia académica y profesional se supedite a un criterio discrecional al escoger el personal, lo cual significa que incluso personas que no son profesionales en el tema llegan a desempeñar estos cargos. La motivación por seguir la carrera de biología en países como Guatemala es una decisión pasional; el placer, el gusto y la pasión por el trabajo terminan venciendo las dudas sobre el futuro laboral que nos antepone la razón. Los biólogos y ambientalistas siempre lucharemos por el bienestar de los seres vivos y los recursos naturales. En este día internacional de los bosques tropicales, debemos tomar conciencia del uso que le damos a los recursos y el valor que se le brinda a los pueblos indígenas y a los profesionales del medio ambiente.

Imagen Destacada: Cortesía de Ericka García