El resurgimiento de los Dinosaurios
Hace casi 300 millones de años habitaron los primeros animales de la tierra: “los dinosaurios“.
Los dinosaurios pertenecen al grupo taxonómico Dinosauria dentro de la clase Sauropsida, que engloba a numerosas especies animales que aún perviven en nuestro mundo; especialmente dentro de la familia de los reptiles y las aves. Estas conexiones no solo ofrecen un fascinante vistazo al pasado, sino que también pueden ser cruciales para recuperar información genética de especies extintas que comparten la misma herencia taxonómica.[1]
En los últimos años se ha visto un gran avance en la biotecnología y en la genética, por lo que existe un debate sobre la des-extinción de los mismos.
En la época moderna, se suele confundir a los dinosaurios, debido a que en muchas películas hacen una generalización cuando se habla de ellos; sin embargo, no todos los animales prehispánicos eran dinosaurios. Para identificar a un dinosaurio todo se basa en la anatomía (Figura 1).
Anatomía de un dinosaurio:
Estos seres vivos eran mayormente terrestres.
Para recopilar mayor cantidad de información genética, en el caso de los dinosaurios es muy difícil que una muestra de su ADN perdure tanto tiempo, y no se puede secuenciar su material genético completo, por lo que para saber más de estos animales, se utilizan especies actuales con las que estén relacionados (directamente parientes) , especialmente por sus características taxonómicas.
Un ejemplo de esto, son las aves, que están directamente relacionadas con los terópodos; en una investigación hecha por la Universidad de Harvard donde se extrajo colágeno del fémur de un Tyrannosaurus rex (terópodo) se mostró que la gallina y la avestruz presentan más rasgos genético de este temible animal que un reptil (Figura 2).[4]
Actualmente, la clonación de un dinosaurio sigue siendo imposible debido a que no se ha encontrado una secuencia completa de ADN de estos animales. Sin esta secuencia, no es posible realizar modificaciones genéticas, incluso si se utiliza el código de ADN de un pariente cercano.
La empresa Colossal, está trabajando en la des-extinción de mamuts (Mammuthus) (Figura 3), con el objetivo de contribuir a la conservación de los ecosistemas árticos y de tundra. A pesar de que el ADN extraído de los mamuts está ligeramente degradado y fragmentado, los científicos han identificado secuencias genéticas importantes que podrían hacer posible su clonación.
El proceso implicaría secuenciar suficiente ADN de mamut e identificar secuencias genéticas funcionales. Luego, estas secuencias serían insertadas en células vivas de un elefante asiático, el pariente vivo más cercano de los mamuts.[5]
Este ejemplo se puede notar cómo, en el futuro, si se logra encontrar una secuencia genética adecuada de un dinosaurio (considerando a su pariente más cercano), se podría intentar realizar un proceso similar al de los mamuts. Hasta entonces, queda por ver si se podrán ver nuevamente a estos magníficos animales en la Tierra.
Imagen destacada: Referencia de Willgard Krause vía Pixabay
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